11 junio, 2015
Por Harold Vásquez, Ph.D.
El deseo de los padres por dar ciertas ventajas a sus niños sobre los demás y despertar el espíritu de competición está haciendo cada vez más común la práctica de iniciar el entrenamiento deportivo a muy temprana edad. En algunos deportes como la natación, los padres insertan a los niños incluso a partir de los dos meses de edad. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, algunos expertos cuestionan los resultados a mediano y largo plazo de insertar a muy temprana edad a los niños en actividades deportivas.
La idea de insertar temprano a los niños en el deporte podría estar motivada por las grandes oportunidades que se abren para los jóvenes destacados en los deportes. En los Estados Unidos, por ejemplo, es muy común que las mejores escuelas y universidades, que además son muy costosas, ofrezcan becas deportivas por medio del deporte y el atletismo. De hecho, si analizamos el caso de grandes figuras deportivas podríamos encontrar que la mayoría de ellas han iniciado en los deportes a muy temprana edad. Entre algunos casos podríamos citar a:
1. Kobe Bryant. Comienza a practicar baloncesto desde los 3 años y mucho antes de terminar la secundaria pudo entrar a jugar en la NBA.
2. Tiger Woods. Sus biógrafos cuentan que comienza a practicar el golf a la edad de 2 años. Más aún, es posible encontrar un video en YouTube donde Woods hace una demostración de su swing en el famoso programa del comediante norteamericano Mike Douglas (ver video aquí).
3. Serena Williams. Ha ocupado seis veces el puesto número 1 entre las tenistas femeninas del mundo. Inicia en el tenis a la edad de 4 años. Más aún, Serena debutó como profesional a los 14 años.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos de no anteponer la crianza a la genética. Observar las edades en que iniciaron los jugadores profesionales nos puede conducir hoy fácilmente al engaño estadístico conocido como sesgo de selección debido a que no vemos el desempeño de todas aquellas personas que iniciaron temprano en deportes y que no alcanzaron a ser profesionales.
¿Cómo y desde qué edad comienzan los padres a ejercitar a sus niños?
Existe una gran variedad de programas de entrenamientos deportivos juveniles que van desde programas de videos y clubes deportivos hasta gimnasios especializados. Por ejemplo, Doreen Bolhuis, entrenadora deportiva especializada en niños, creó una empresa llamada Gymtrix dedicada a desarrollar programas de videos para iniciar en los deportes a niños desde los 6 meses de edad. Estos videos inducen a los niños en distintos deportes mediante la realización de juegos que asemejan un deporte específico.
Otra modalidad es la inscripción de los niños en clubes deportivos especializados, como es el caso de Lil’s Kickers, una academia de fútbol que trabaja con niños desde los 18 meses.
Por último, podemos mencionar el caso de los gimnasios especializados en niños. Algunas de las cadenas más famosas del mundo incluyen a Little Gym, con presencia en 20 países, que inicia clases para niños desde los 4 meses de edad. De los casi 100,000 niños inscritos en Little Gym, un 25% tiene menos de 2 años de edad. Otro cadena famosa es My Gym, con unas 200 sucursales en los Estados Unidos, donde el 55% de los niños inscritos tiene edades menores a los 2.5 años.
¿Existen problemas de insertar a los niños en actividades deportivas a muy temprana edad? Hay multiplicidad de opiniones a favor y en contra de estas prácticas. Algunas personas critican la idea de que insertar a los niños a temprana edad en el deporte les dé alguna ventaja sobre el resto, pues esto subestima el rol de la genética en determinar el éxito deportivo. (El maratonismo es un ejemplo interesante donde se encuentran casos de campeones mundiales que han iniciado en este deporte a partir de los 20 años de edad). Por otro lado, otros especialistas argumentan que cada niño lleva su propio calendario de desarrollo motriz o físico y, por tanto, los intentos diseñados a alterar el desarrollo normal de los niños están condenados a fracasar. Más aún, los niños podrían estar expuestos a lesiones a muy temprana edad, lo cual tendría efectos muy negativos en su desarrollo en el mediano plazo; sin embargo, el riesgo de lesiones puede ser considerablemente disminuido si los ambientes están bien controlados.
Finalmente, antes de considerar inducir a temprana edad a los niños a una disciplina deportiva, es importante no subestimar los beneficios del libre juego. Es decir, jugar sin entrar en la rigurosidad que requiere entrenar en un deporte específico. Jugar es importante y necesario para el desarrollo de los niños debido a que esto ayuda a desarrollar habilidades mentales y sociales que serán relevantes en la etapa adulta. Más aún, jugando los niños ponen en práctica su creatividad y hasta cierto punto sus habilidades de colaborar, compartir, negociar y aun resolver conflictos con otros niños.