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Escudriñando la incidencia del impuesto corporativo

“Reducir o eliminar el impuesto sobre la renta de las sociedades reduciría numerosas distorsiones antieconómicas, impulsaría el crecimiento en el corto y largo plazo, aumentaría… la competitividad y. . . los salarios futuros”

Michael J. Boskin, Stanford University y Hoover Institution

Por Harold Vásquez, Ph.D.

En artículos anteriores discutimos de forma general cómo los economistas utilizan el análisis de incidencia impositiva para determinar la distribución de la carga de los impuestos entre los agentes económicos (ver aquí) y cómo se puede emplear este análisis para determinar la incidencia de los impuestos corporativos (ver aquí). En esta ocasión, profundizaremos sobre el tema de la incidencia estableciendo cómo el impuesto sobre la renta de las corporaciones puede alterar las decisiones y el comportamiento de sectores e individuos dentro de la economía. El enfoque presentado utiliza como herramienta de análisis el modelo teórico propuesto por Harberger (1962, 2008), el cual es el más aceptado por investigadores de algunas de las universidades más prestigiosas de los países desarrollados.

Para facilitar la exposición, vamos a suponer que nos encontramos en una economía pequeña y abierta que está compuesta de cuatro sectores representativos, clasificados en transables (sus productos compiten en el mercado exterior) y no transables (sus productos sólo se venden al nivel local). A su vez, estos sectores podrían ser clasificados en corporativos y no corporativos dependiendo del grado de formalidad y/o importancia de la utilización de capital en la industria. Estos sectores pueden ser: (i) Manufactura (corporativo y transable); (ii) Energía y Agua (corporativo y no transable); (iii) Agricultura (no corporativo y transable); y (iv) Servicios (no corporativo y no transable). 

Para analizar el efecto del impuesto, suponemos que el gobierno decide colocar un impuesto sobre la renta del sector corporativo. En Manufactura, el efecto inmediato del impuesto es reducir la rentabilidad de la industria. Debido a que este sector es transable y sus productos enfrentan competencia en mercados internacionales, la industria no aumenta sus precios y, por ende, en el mediano plazo, traspasa la carga del impuesto a los trabajadores mediante una reducción de los salarios. La reducción de los salarios no sólo ocurre en el sector de Manufactura sino que se traspasa a toda la economía debido a la movilidad de los trabajadores. 

En el sector de Energía y Agua, debido a la intensidad del factor capital, el impuesto sobre la renta incrementa el costo de capital y reduce las utilidades dentro del sector. Sin embargo, la reducción de utilidades es compensada mayormente por un aumento del precio del producto debido a que el sector es no transable, afectando así en mayor medida a los consumidores del sector.

Agricultura y Servicios no reciben un impacto directo del impuesto debido a que son sectores no corporativos. Sin embargo, ambos sectores no dejan de ser afectados por el impuesto sobre la renta de las corporaciones debido a su interacción con otros sectores de la economía. Por ejemplo, los precios y los beneficios del sector Agrícola no son alterados por el impuesto; sin embargo, la reducción del salario de los trabajadores que ocurre en toda la economía incrementa la rentabilidad del sector agropecuario, lo cual aumenta el valor del terreno y la rentabilidad que demandan los terratenientes. En el sector Servicios, los precios se reducen por la disminución de los costos laborales, beneficiando así a los consumidores del sector.

En general, el efecto del establecimiento de un impuesto a la renta de las corporaciones depende del sector que se considere, del nivel de competencia tanto interna como externa y de la intensidad de utilización de los factores capital y trabajo en la industria. El resultado mostrado aquí está basado en las predicciones teóricas del modelo de Harberger (2008) para una economía pequeña y abierta de cuatro sectores. En una próxima entrega, presentaremos los resultados de un análisis empírico para una economía de ocho sectores, los cuales provienen de mi propia investigación.

Referencias

Boskin, M.J. (2010): Time to junk the corporate tax, en The Wall Street Journal. Harberger, A. C. (1962): The incidence of the corporation income tax, enThe Journal of Political Economy, LXX (3): pp. 215-240.

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