Pronósticos en los Juegos Panamericanos 2015

Por Harold Vásquez, Ph.D.

La realización de pronósticos es una de las tareas más encomendada por el público a los economistas. Ya sea te encuentres en un medio de comunicación, reunión de amigos, o cualquier lugar público, si saben que eres economista, no faltará alguien que pregunte: ¿Qué pasará con el dólar? O, más de moda en estos días, ¿Qué pasará con la economía en el 2016 dado que es un año electoral? Algo que las personas no imaginan es que los economistas, ya sea por diversión o la satisfacción de una necesidad de un alto segmento de la población, han llevado el juego de hacer pronósticos al mundo de los deportes.

Cuando realizamos pronósticos, lamentablemente, los economistas no contamos con una bola de cristal al estilo Cristian Casablanca. Por eso, debemos basar nuestras predicciones en la construcción de un modelo económico y en el empleo de herramientas estadísticas sofisticadas. Por ejemplo, para construir un modelo que ayude a predecir los resultados de un evento deportivo como los Juegos Panamericanos, podríamos suponer que las medallas obtenidas por cada país podría depender, entre otras cosas, de tres variables principales: (1) el ingreso per cápita o nivel de desarrollo de la nación, (2) el tamaño de la población y (3) la experiencia de cada país en la participación de certámenes internacionales.

Es posible imaginar que las naciones más desarrolladas tengan, al menos en promedio, una población más saludable, mejor alimentada y que a la vez cuente con las instalaciones deportivas más modernas y el personal mejor preparado para el entrenamiento deportivo. De igual manera, si la suerte juega algún papel en poseer condiciones atléticas extraordinarias, los países con mayor cantidad de habitantes tendrán un mayor número absoluto de talentos deportivos. Para ilustrar estas ideas, las gráficas 1, 2 y 3 muestran la relación que existe entre el puntaje que obtuvieron los países participantes de los Juegos Panamericanos 2011, con respecto al nivel de ingreso per cápita, el tamaño de la población y el índice de desarrollo humano de cada nación. El puntaje es calculado asignando valores de 3 por cada medalla de oro, 2 por plata y 1 por bronce. En todos los casos, la estrecha relación positiva que existe entre estas variables es evidente.

¿Qué podemos predecir para los Panamericanos de 2015?

Utilizando datos de los tres últimos certámenes de los Juegos Panamericanos (2003, 2007 y 2011), y considerando algunas características particulares de cada país, estimamos que los tres primeros lugares de los Juegos Panamericanos 2015 serán ocupados por Estados Unidos (con 263 medallas), Brasil (137 medallas) y México (130 medallas). Canadá, el país anfitrión, ocupará el 4to lugar con 110 medallas. Este último resultado es mucho menor de lo esperado ya que, en promedio, la ventaja de jugar en casa puede resultar en una ganancia de casi 22  medallas adicionales.

Para el caso de República Dominicana, nuestro modelo pronostica un total de 24 medallas, de las cuales 8 serán de oro, 6 de plata y 11 de bronce. Esto hará que el país obtenga un total de 47 puntos y ocupe la posición 11 dentro del medallero del certamen.

¿Por qué Cuba no está entre los primeros lugares?

El modelo predice que Cuba quedará en el puesto no. 9, con un total de 27 medallas. Obviamente, este resultado está muy lejos de lo que esperamos dado el desempeño de los cubanos en estos juegos. A pesar de que el número de medallas ganadas viene en descenso, Cuba ha obtenido más de 130 medallas en los últimos tres Juegos Panamericanos. La baja predicción en los resultados de Cuba quizás se debe a que el modelo sólo considera factores económicos para sus predicciones, ignorando otros elementos de importancia, como el peso que tienen los deportes dentro de las políticas de cada gobierno.

Cuando construimos modelos para estudiar un fenómeno o realizar pronósticos, los economistas solo contamos con un número limitado de variables e información. El hecho que simplifiquemos el análisis con algunos supuestos, simplemente, indica que reconocemos que la realidad humana es muy compleja y que nuestra capacidad de analizarla por completo es bastante limitada. De cualquier manera, no deja de ser atractivo para nosotros y para los que disfrutan saber que deparará el futuro.