18 octubre, 2015
Por Harold Vásquez, Ph.D.
Si eres corredor y también disfrutas de tener los últimos adelantos de la tecnología, quizá, al igual que yo, ya adquiriste el Garmin Forerunner 225 (FR225), el primer reloj de la familia Garmin que incorpora un sensor óptico cardíaco que permite monitorear tus pulsaciones o ritmo cardíaco sin la necesidad de utilizar una banda en el pecho.
El Garmin Forerunner 225 es un reloj pequeño, ligero, que incorpora una serie de atractivos como interfaz gráfica y medidor de distancia, paso (pace), cadencia, y permite subir tu entrenamiento a la web vía bluetooth sin necesidad de usar cables conectados al computador. Pero lo más atractivo de esta pieza es su tecnología Mio Heart Rate, que permite monitorear las pulsaciones desde la muñeca. A continuación, presentamos un ejercicio que realizamos para tratar de determinar la precisión de esta nueva tecnología.
Para realizar este ejercicio, comparamos las mediciones del Forerunner 225 (FR225) con respecto a las de los relojes Garmin 310XT y Garmin Fenix 2, los cuales podríamos decir son tecnologías de relojes relativamente antiguas (la primera) y recientes (la segunda). Esta comparación se realizó en 2 corridas distintas, cada una de 8KM, donde se mantuvo un paso relativamente estable entre 5:20 min/km y 5:30 min/km. Ambas corridas fueron iniciadas cerca de las 6:00 p.m. y bajo la misma trayectoria en el parque Mirador Sur, iniciando en el kilómetro 0. La tabla de más abajo resume las estadísticas generales de estos ejercicios (haga clic en la tabla para ampliar).
Como se puede notar, la Prueba 1, la cual compara las mediciones del FR225 vs 310XT, indica una significativa diferencia en las mediciones del ritmo cardíaco. Esto es, mientras el FR225 reporta un ritmo cardíaco promedio (Avg HR) de 130 bpm, el 310XT reporta un ritmo cardíaco promedio significativamente superior de 170 bpm.
Las gráficas siguientes muestran con más detalles estos resultados. En ambas gráficas, la línea azul mide el paso de la prueba en cada momento del tiempo. Como se puede observar, el paso se trató de mantener estable y alrededor de 5:30 min/km. La región sombreada de gris muestra la evolución del ritmo cardíaco durante toda la trayectoria (aproximadamente 44 minutos). En el caso del Garmin 3010XT vemos que el ritmo cardíaco evoluciona de una manera esperada; es decir, mantiene una tendencia ligeramente creciente entre 150 bpm y 180 bpm. En el caso del Forerunner 225, vemos que el ritmo cardíaco presentó oscilaciones muy significativas. Específicamente, durante los primeros 13 minutos de la prueba, el FR225 reportó un ritmo cardíaco estable y ligeramente por debajo de 150 bpm. Luego, entre el minuto 13 y 30, el ritmo cardíaco se desplomó a casi 100 bpm. Finalmente, el FR225 reportó una tendencia creciente durante los últimos 15 minutos, similar a la del 310XT. Esta oscilación causó que el FR225 reportara al final de la prueba un ritmo cardíaco promedio de 130 bpm, muy inferior a los 170 bpm reportados por el 310XT.
Mi experiencia como corredor me dice que es muy improbable que mi ritmo cardíaco haya descendido a 100 bpm por casi 15 minutos a mediados del ejercicio. Pero es válido preguntarse si la medición dada por el 310XT está más cercana de la medición correcta que la medición del FR225, ya que debemos considerar que el 310XT presenta una tecnología algo más antigua. Para responder esta pregunta realizamos una segunda prueba, similar a la anterior, pero esta vez comparando la medición del FR225 con respecto a la del Garmin Fenix 2. El resultado puede mostrarse en las gráficas siguientes.
Las gráficas anteriores muestran un resultado similar al de la primera prueba. Mientras el Fenix 2 indica un ritmo cardíaco con tendencia creciente a través del tiempo (similar al 310XT), el Forerunner 225 muestra oscilaciones súbitas que podrían estar alterando el resultado de la medición. Luego de indicar una medición ligeramente por encima de 150 bpm durante los primeros 13 minutos de carrera, la medición del ritmo cardíaco del Forerunner 225 cae significativamente a casi 100 bpm, aunque esta vez por un período más corto de tiempo de unos 10 minutos. A partir del minuto 22, el Forerunner 225 retoma la tendencia creciente en las mediciones, pero esta vez reportando un ritmo cardíaco muy cercano a los 200 bpm. Vale la pena señalar que en estos últimos 10 minutos de carrera el paso fue un poco más rápido, descendiendo de 5:30 min/km hasta 5:00 min/km.
Para concluir, estas pruebas muestran resultados muy interesantes. Las mediciones del ritmo cardíaco del Gamin 310XT y del Fenix 2 fueron muy similares. Ambas muestran una tendencia ligeramente creciente a través del tiempo y un ritmo cardíaco promedio muy similar de 170 bpm en el 310XT y de 169 bpm en el Fenix 2. Sin embargo, el Forerunner 225 mostró un ritmo cardíaco promedio significativamente inferior al de los otros relojes, de 130 bpm en la primera prueba y de 159 bpm en la segunda prueba. Otro punto interesante es que el Forerunner 225 parece que tiende a subestimar las mediciones del ritmo cardíaco en pasos relativamente bajos y a sobrestimar estas mediciones según el corredor acelera el paso. Por eso, vemos que en la segunda prueba el Forerunner 225 arroja una medición más cercana a la del Fenix 2, aunque aún por debajo de este.
Las oscilaciones que presenta el Forerunner 225 en la medición del ritmo cardíaco podrían estar ocasionando una subestimación de los resultados y de seguro esto no será aceptado por los corredores más exigentes. Así que si compraste un Foreruner 225, piensa dos veces antes de llamar a tu entrenador gritando: Aleluya!